La realidad es que en el país no existe un verdadero plan estratégico de desarrollo turístico que sea ambiental y socialmente sustentable y responsable, mucho menos en el Estado de Baja California Sur, donde aún esperamos ver lo que quede plasmado en el Plan Estatal de Desarrollo este 30 de septiembre con las ideas sobre el tema que se plasmaron en los foros.
La premisa básica para cualquier desarrollo es que cualquier modificación del medio ambiente es en sí un impacto y puede o no acarrear consecuencias ambientales o sociales (independientemente de la modificación física), cualquier proyecto debe someterse a evaluación de impacto ambiental (que no es más que un documento que muestra las consecuencias que podrían ocurrir por el desarrollo de determinado proyecto, o que marca las medidas compensatorias por la modificación del entorno derivado del proyecto que se va a desarrollar) y del famoso cambio de uso de suelo, ni para qué hablar en estos casos que ya estan en marcha.
