sábado, 12 de marzo de 2011

La conservación de la ballena gris


Ahora que está de moda las expediciones del Sea Sheperd (la organización ambientalista que anda embistiendo barcos balleneros japoneses en la Antártida) y su cruzada anti-sushi, vale la pena hablar un poco sobre la conservación de la ballena gris, que es la que nos toca a los que vivimos por estas hermosas costas de la Baja California Sur y de sus habitantes más grandes (literalmente) y famosos.

Las ballenas grises viven sólo en el Océano Pacífico en el hemisferio norte, hay dos grupos (stocks) o poblaciones, una en la costa asiática y otra en la costa americana. La población de la costa americana es la que nos visita realizando la migración más larga de los mamíferos marinos, ya que migra en primavera a sus sitios de alimentación en el Estrecho de Bering y el Mar de Chukchi cerca del polo norte y regresa a la costa occidental de la Península de Baja California para parir y aparearse.

Durante muchísimos años, hicieron este largo viaje solas y sin ser molestadas por los humanos, pero a mediados del siglo XIX el Capitán Charles Melville Scammon siguió a una ballena gris macho durante su viaje a las lagunas de Baja California Sur por que en ese entonces era cazada por su aceite (que se utilizaba para lámparas principalmente), y descubrió que se reproducía en las lagunas costeras de la Baja California hasta Bahia Magdalena y pronto se convirtió en los sitios predilectos para su caza por grandes flotas balleneras.